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Los trazos de Las Brisas

Hay años que son más recordados que otros. La memoria en su mayoría suele conservar victorias y reconocimientos, pero para los colombianos, los que habitan en territorios lejanos a la ciudad y subsisten de los frutos de la tierra, la memoria conserva historias de masacres y ataques armados. Realidad que a partir de trazos y sombras ha liberado el dolor de la comunidad Las Brisas, primeros testigos de la masacre que vivieron en marzo del 2000.

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RAFAEL POSSO, 2009-2010

La comunidad ha decidido cantar su realidad. Escúchala aquí:

Con radios colgando al costado de sus pantalones, fusiles y armas terciadas sobre su espalda, en tres camiones se desplazaban los comandantes de las Autodefensas de Colombia: Rodrigo Mercado Peluffo, alias ‘Cadena’, Edward Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’ y Úber Bánquez, alias ‘Juancho Dique’. Tomaron rumbo hacia María La Baja en compañía de 57 paramilitares y en ese punto, se reunieron con 90 compañeros que facilitarían la búsqueda de campamentos guerrilleros en Montes de María.

La riqueza de esta zona recae en el manejo del ganado y de las rutas hídricas que lo rodean, ya que el corregimiento está a la orilla del río Magdalena y tiene apertura con las rutas hacia Sucre y Bolívar. Motivo por el que paramilitares y guerrilleros desde 1992 se han enfrentado por el control del territorio y han masacrado a la población, que en medio de la pobreza, cuentan su historia desde el arte.

En la noche, cuando cada una de las familias de Mampuján estaba sentada con el arroz de coco, el pescado guisado y la ensalada tricolor servidos en la mesa, llegó el Bloque Paramilitar Héroes de los Montes de María a interrumpir la cena y la tranquilidad del 10 de marzo del 2000.

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RAFAEL POSSO, 2009-2010

Hay años que son más recordados que otros. La memoria en su mayoría suele conservar victorias y reconocimientos, pero para los colombianos, los que habitan en territorios lejanos a la ciudad y subsisten de los frutos de la tierra, la memoria conserva historias de masacres y ataques armados. Realidad que a partir de trazos y sombras ha liberado el dolor de la comuniDe puerta en puerta, con golpes y gritos de por medio, los paramilitares obligaron a que la comunidad se reuniera en la plaza central del pueblo. Las familias salieron de sus casas, se miraban entre sí y su confusión aumentaba el caos. Con armas y machetes, 150 paramilitares saquearon Mampuján y a dedo, secuestraron a siete campesinos que serían sus guías para llegar al árbol de Tamarindo, lugar en que, según rumores, se había instalado un campamento de la guerrilla de las FARC.dad Las Brisas, primeros testigos de la masacre que vivieron en marzo del 2000.

El bloque paramilitar en compañía de los siete campesinos se topó con el árbol de tamarindo más grande del lugar. Observaron las viviendas de bahareque, el ganado y la vía que hacía de Las Brisas un paraíso. Llegaron sobre las 5:00 de la mañana del 11 de marzo del 2000. Las personas que sirvieron como guías se quedaron en ‘El Zapote’ y, ‘Cadena’, ‘Diego Vecino’ y ‘Juancho Dique’ iniciaron con la búsqueda del campamento que motivó su presencia en el lugar.

Entérate más sobre lo que fue esta Masacre para los habitantes de Montes de María, sigue las viñetas:

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